martes, 14 de marzo de 2017

VIAJAR

Me miras con esa cara de niña ingenua, como creyendo que te estoy salvando de algo. Y la única capaz de salvar a alguien con sólo mirarle eres tú. Pero no lo sabes, no te das cuenta lo que puedes llegar a hacer conmigo.

Que me pierdo cada vez que te sientas en la alfombra y comienzas a soñar despierta, imaginando todos los lugares que nos quedan por ver. Me explicas que hay ciudades que se han hecho para ser visitadas, que ese es su sentido. Y yo pienso que el sentido lo pones tú, pero tampoco te das cuenta.

Me dan igual los viajes, los aviones y la ilusión de planear. El viaje eres tú, lo empecé aquella tarde de Noviembre y desde entonces no quiero volver a casa. Creo que no hay viaje más bonito que este, lo tiene todo. Pero es que eso tampoco lo sabes.
Me he dado que hace tiempo que sólo me ves a mí, y yo solo te veo a ti. Y tampoco te has dado cuenta. No te lo voy a contar, solo me voy a encargar de que nunca llegues a cansarte de las vistas.


Y te prometo que vamos a viajar a todas esas ciudades, pero que mi destino favorito siempre serás tú.